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miércoles, 24 de junio de 2015

Feliz cumpleaños, Román

  No podía dejar pasar este día sin escribir algo sobre él. No podía y no debía. No me lo permitía. 

37 años cumple hoy la persona, que dentro del mundo del fútbol, más me ha hecho feliz, más me ha conmovido y más impregnó mi vida de alegrías.
           
             Quisiera escribir algo que resuma lo mucho que lo amo, pero no creo que sea posible ni aunque disponga de 3 vidas para hacerlo. Porque cuando alguien marca tanto una vida, cuando alguien tiene la facultad de llegar a un corazón para quedarse, el sentimiento es tan fuerte que no se puede plasmar en palabras ya que el alma desconoce de las mismas, quizás porque simplemente, no las necesita.
           
            ¿Cómo definir a Riquelme, un hombre cuyo nombre está escrito a fuego en la historia del fútbol? Podría empezar diciendo que no es de este planeta, que hace magia y que es una leyenda viva del deporte más lindo del mundo. También es una posibilidad comenzar afirmando que es un ex futbolista que brilló en Boca, Barcelona, Villarreal y Argentinos Juniors; pero me parecen frases trilladas y quiero evitar caer en la monotonía del típico escrito hacia un futbolista cumpleañero. Elijo hablar desde mi corazón y no desde lo que me indica mi cabeza, no a partir de frases hechas tan vacías como empleadas.
            Quiero empezar afirmando que Román es la canción más armónica que ha sonado desde que existe el fútbol, es la poesía más romántica que con una pelota se ha escrito, es la pintura más preciada de todas las que se vieron en una cancha. Riquelme es arte.
           
            Román es el amor del joven ilusionado, la alegría del que con su fútbol ha triunfado, la sonrisa del ganador, la lágrima de emoción del que al fin a su meta llegó y la mueca de seriedad del que piensa solemnemente antes de cada movimiento. Riquelme es sentimiento.
           
            Román es azul y oro, el dueño de La Bombonera y el ídolo que a la hinchada le dio todo. Riquelme es Boca.
           
            Román es la gambeta imposible, el gol que ilusiona a la hinchada, la más maravillosa jugada. Él es ese pase que clarifica, esa pisada que hipnotiza y ese ex jugador del cual nadie se olvida. Riquelme es fútbol.
           
            Román es esa persona que nació en Don Torcuato y que hoy cumple 37 años. Es ese hombre alcanzó su sueño y recibió ovaciones de parte del mundo entero. Es ese sujeto que tiene aciertos y errores, que cosecha odios y amores. Riquelme es humano, aunque no lo parezca.

            Podría seguir enumerando características de ese caballero al que amo, pero decido frenar mi ímpetu y culminar con un deseo de feliz cumpleaños, con un profundo agradecimiento y con el pedido explícito de que vuelva a iluminar las canchas con su juego para volver a hacernos felices a los espectadores, a la pelota y por sobre todo, al fútbol.

            Feliz cumpleaños, ídolo. Gracias por tanto... perdón por tan poco.

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